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El amor incondicional es “el tipo de amor que podemos dar de forma ilimitada sin condiciones; es la presencia de bondad amorosa en la vida por la vida.”

En los primeros años de la vida, aprendemos que el amor es condicionado; utilizado como una recompensa a un buen comportamiento, con lo que al pasar del tiempo, nos enfrentamos a relaciones en las cuales dudamos si somos verdaderamente dignos de amar y ser amados. Cualquier ser humano desde que nace, debe proveerse de atención, cariño, afecto, bondad, respeto, aceptación y reconocimiento. En el momento que es privado de estas necesidades básicas de aprendizaje y supervivencia, se comienza a formar vacíos y percepciones erróneas de la vida, en algunos casos, irreparables.

A menudo demandamos mucho, buscamos permanencia y seguridad en las relaciones, pretendemos que otros nos completen y llenen nuestras necesidades y al no obtenerlo resultan en un fracaso más. Pero la verdad es que solo el amor incondicional está libre de ataduras y es permanente, como bien lo dice la definición, este tipo de amor no es condicionado a algo o a alguien. Simplemente es.

Algunas de las prácticas que podemos realizar para cultivar el amor incondicional para con nosotros y con los demás son las siguientes:

Amor propio

Es la capacidad de querernos lo suficiente, reconocernos valiosos y que tenemos cosas para dar, la auto valoración y el orgullo de ser quienes somos. Incluye también la auto estima, y la capacidad de ser auto dependiente. Es la libertad de desarrollar la individualidad hasta convertirnos en personas capaces de crear y nutrir relaciones sanas y duraderas, empezando por la relación con nosotros mismos.

Debemos entender que no hay una limitación en la capacidad de amar, no hay límites para el amor, y por lo tanto, tenemos la capacidad de querernos mucho a nosotros mismos y a los demás. Es imposible querer a alguien si no me quiero a mi mismo.

Equivocadamente, tendemos a buscar el amor y la aprobación afuera, pocas veces nos damos cuenta que este sentimiento nace de adentro, en nuestro corazón. Debemos aprender a cultivar el amor propio y prepararnos para expandir amor y bondad incondicional a los demás.

Auto compasión

Las personas compasivas consigo mismas reconocen que los fracasos son experiencias y asumen un enfoque balanceado frente a las emociones negativas al fracasar. Contrario a lo que se pensaba, cuando nos tratamos con compasión fomentamos el crecimiento personal y profesional.

Al volvernos conscientes de que estamos luchando con sentimientos negativos, nos permitimos responder con amabilidad y comprensión en lugar de juzgar y criticar por lo mal que la estamos pasando. Esa actitud auto compasiva, es una práctica de buena voluntad para con nosotros mismos. Deseando alcanzar así sentimientos de felicidad y paz interior.

Auto conocimiento

A muy temprana edad nos descubrimos seres individuales, que si bien dependemos los unos de los otros, tenemos nuestra propia identidad. El auto conocimiento nos permite descubrir quiénes somos, y cómo diferenciarnos de los demás. Es un trabajo personal para descubrir cuáles son mis fortalezas y mis debilidades; qué es lo que me gusta y lo que no; qué es lo que quiero y lo que no quiero.

Llevar la mirada hacia adentro puede ser muchas veces difícil debido a los traumas, por eso la importancia de desarrollar métodos y técnicas que nos ayuden a conocer quién realmente somos y qué tenemos para compartir.  En el momento que nos entendemos y descubrimos, somos capaces de entender y descubrir a los demás, aceptando la realidad de la vida y la individualidad de cada quien.

Metta

La palabra Pali metta, es un término de múltiples significados como amor benevolente, buena voluntad y no-violencia. Metta se define también como un fuerte deseo por el bienestar y la felicidad de los otros. Es una actitud altruista de amor y amigabilidad a diferencia de la mera amabilidad basada en el propio interés, o sea, carece de interés personal.

Metta es, en efecto, “el amor universal que conduce a la liberación de la mente”

Por naturaleza humana, nos interesamos por la búsqueda personal de superación, pero qué pasaría si aprendemos a pensar en el bienestar y crecimiento universal?

En un mundo amenazado por tanta destrucción, codicia, odio, lujuria, envidia, metta puede practicarse como un método de sanación y liberación de la mente. De modo que se convierte en una necesidad para toda actividad destinada a promover el bienestar de todos los seres.

¿Cómo practicar Metta?

(obtenido de: “Filosofía y práctica del amor universal” por Acharya Buddharakkhita)

Siéntate en una postura cómoda en un lugar tranquilo. Mantén los ojos cerrados, repite la palabra metta durante algún tiempo y evoca mentalmente su significado-amor como opuesto al odio, resentimiento, arrogancia, impaciencia, orgullo y como un profundo sentimiento de buena voluntad, simpatía y bondad que promueve la felicidad y el bienestar de los otros.

Ahora visualiza tu propio rostro con un feliz y radiante humor. Todo el tiempo observa tu rostro como un espejo, contémplate a ti mismo en un estado de ánimo alegre y ponte en ese mismo estado durante la meditación. Una persona alegre no puede enojarse o abrigar pensamientos y sentimientos negativos.

Habiéndote visualizado en un estado de felicidad, repite el pensamiento:

“Que yo este libre de hostilidad, libre de aflicción, libre de angustia; que yo viva feliz y en paz”

Mientras te inundas con este pensamiento, te vuelves como un recipiente lleno, cuyo contenido está listo para desbordarse en todas direcciones.

Luego visualiza a tu maestro de meditación o guía espiritual, contémplalo en un estado de ánimo feliz y proyecta el pensamiento:

Que mi maestro este libre de hostilidad, libre de aflicción, libre de angustia; que él viva feliz”

Y piensa en otras personas que sean venerables y que estén vivas-monjes, profesores, padres, ancianos- y con intensidad, extiende hacia cada uno de ellos el pensamiento de metta de la misma manera.

La visualización debe ser clara y el pensamiento tiene que ser bien “deseado”. Si la visualización es hecha de prisa o el deseo es de forma superficial o mecánica, la practica será poco provechosa.

Ahora tómate el tiempo para visualizar uno a uno tus seres queridos, comenzando por  los miembros de tu propia familia, inundando a cada uno con abundantes rayos de amor benevolente. El amor espiritual debe ser el mismo hacia todos, incluso hacia tu esposa o esposo, sin involucrar el elemento del amor mundano.

Luego debes visualizar a personas neutrales, personas que ni te agraden ni desagraden, como vecinos, colegas del trabajo, conocidos. Irradia el mismo pensamiento:

Que esta persona este libre de hostilidad, libre de aflicción, libre de angustia; que el/ella viva feliz”

Habiendo irradiado pensamientos de amor a cada uno de este círculo, debes ahora visualizar personas con las cuales puedas haber tenido un malentendido o te desagradan. Para cada una repite mentalmente:

“Yo no tengo hostilidad hacia el/ella, que el/ella no tenga ninguna hostilidad hacia mi. Que el/ella sea feliz”

De esta manera mientras visualizas a todas estas personas, se rompe la barrera causada por los gustos y las aversiones, el apego y el odio. Cuando uno es capaz de considerar a un enemigo sin malevolencia y con la misma voluntad que tiene para con un amigo muy querido, metta, adquiere una imparcialidad suprema, elevando la mente hasta volverse ilimitada.

*Por visualización se entiende “llamar a la mente” o hacer visible en la mente ciertos objetos, como una persona, una dirección, una categoría de seres. Significa, imaginar a las personas hacia las cuales los pensamientos de amor tienen que ser proyectados o extendidos. Por irradiación se entiende la proyección de ciertos pensamientos que promueven el bienestar de aquellas personas hacia las cuales dirigimos la mente.

Puedes expandir metta en todas las direcciones y hacia todos los seres vivos, tanto como desees, cubriendo todo con abundantes pensamientos de amor universal.

¿Qué es el amor incondicional?

El amor incondicional es el amor que nace del corazón, el que nos motiva a dar de manera infinita y que comienza con el propio amor. La capacidad de auto valorarnos, compasivamente aceptándonos tal y como somos. Desde el trabajo personal de conocernos, logramos experimentar la satisfacción de enfocarnos no solo en lo individual, si no en lo colectivo.

Para ésto, el programa de 42 días de Peace Revolution es de gran ayuda.

“Que todos lo seres sean felices, que todos los seres gocen de bienestar”.